Toya estuvo unos días en el zome y, como siempre, me dejó una colección de bellas imágenes. En esta ocasión, cuando las recibí me vinieron a la cabeza dos palabras, amplitud y color. Cuando la relación cambia, lo que se percibe y se fotografía también cambia. Gracias.
Paula, Diego, Ana, Toya, Pilar.. han sido algunas de las personas que estado este verano en el zome. Cada uno con su singularidad, su proyecto de estancia, su necesidad. Ana me dijo al marchar que me había sentido guardiana de su retiro. Me emocioné al oírlo porque ese es precisamente la función que quiero cumplir: guardiana del lugar y del proyecto de estancia que cada uno quiera desarrollar en su retiro Sin intervenir, estando alerta a las necesidades que puedan tener: un rato de charla, calor en la estufa aunque sea verano, algún producto fresco de la huerta...
El no uso de internet y del móvil cada vez es más fluido y me gusta seguir ofreciendo esta oportunidad de parar unos días y cargar las pilar haciendo una incursión más profunda hacia dentro.
