9 de abril de 2024

La Estancia de Ángel en el zome

Lo que empezaron siendo quince días, se convirtieron en dos meses. La lista de mejoras que habíamos previsto fue disminuyendo progresivamente. Gracias Ángel por dar color a las vallas y a los caminos, por cortar y ordenar la leña, por las cortinas que ahora protegen el leñero, por la tinaja que recoge el agua del tejado, que ahora luce hidratada y jugosa acompañada de la remozada estructura que sostiene el gong, por el zapatero que una vez barnizado se convirtió en asiento, por el armario preparado, por fin, para recibir otra visita que lo llenará de color, por todas las ventanas a las que añadiste luz, por proteger las maderas del tejado, por todas las zarzas que arrancaste y tantos detalles que recibieron tu atención. Muchas gracias por compartir esa capacidad tuya de mejorar espacios y acompañar en momentos difíciles
Sé que has disfrutado de la magia del zome estos meses, de poder organizarte a tu manera espacio, trabajo y tiempo, de las ricas comidas, de las largas conversaciones y de todo el apoyo que has recibido.
Las estancias de mantenimiento en el zome son un trueque rico en experiencias y compartires, también de rozar, salir del espacio de confort, reflexionar, aprender, resolver y seguir.
Buen camino, peregrino. Hasta cuando quieras.