Yo quería disponer de un espacio que pudiera ser utilizado como lugar de retiro. Me lancé a buscar modelos de cabañas. Dedique muchas horas de búsqueda hasta que encontré el zome.
Cada vez que buscaba zome n Internet, me remitían a los zombis. Seguí investigando hasta que di con Jean Soun. Conecté con él y estaba dispuesto a venir a España a impartir un curso.
Yo sufragaría el curso y me dediqué a buscar 10 ó 12 personas interesadas que estuviesen dispuestas a dedicar 15 días a hacer el curso gratuitamente a cambio de hacer, como práctica la cabaña que sería el centro de mi proyecto.